Necesidad e idoneidad son los dos principios sobre los cuales debe basarse la decisión de alojar a un niño en cuidado familiar alternativo.
La decisión de colocar a un niño en cuidado familiar alternativo se apoyará sobre el principio de necesidad, que en primer lugar implica prevenir situaciones y condiciones que pueden conducir al requerimiento de este tipo de cuidado.
Cuando se da la necesidad de un cuidado alternativo, se debe revisar una serie de servicios en base a la idoneidad para el niño, de manera que responda a sus necesidades, a su interés superior en ese momento.
Se pretende que el cuidado institucional de tipo familiar, debe utilizarse solo cuando el acogimiento familiar no es adecuado a la luz de las necesidades y circunstancias de los NNA involucrados.
Los principios de necesidad e idoneidad
La pregunta que debe plantearse es: ¿El cuidado alternativo es genuinamente necesario? Y ese es el principio de necesidad. Cuando se necesita cuidado alternativo, este debe ser brindado de una manera adecuada, ese es el principio de la idoneidad.
Necesidad
Necesidad significa prevenir situaciones y condiciones que pueden llevar a la separación y al cuidado alternativo, como por ejemplo:
Lo importante es que se identifique tempranamente los factores de riesgo, y brindar las intervenciones y servicios adecuados. Para implementar el principio de necesidad, debe establecerse un fuerte mecanismo de control (gatekeeping), capaz de garantizar que los niños sean derivados a un cuidado alternativo siempre y cuando sea necesario, es decir una vez que se hayan examinado todos los medios posibles de dejarlos con su familia.
Idoneidad
El principio de idoneidad habla de comprender que el cuidado alternativo sea provisto de una forma apropiada, combinando las necesidades individuales y circunstancias del niño: