Los 90 ingresantes a la Facultad de Obstetricia y Puericultura, participaron de la ceremonia de imposición de mandiles como parte de la bienvenida que organizaron los estudiantes del tercer año y las autoridades de esa facultad.
La decana, doctora Ricardina Flores Flores, ante los padres de familia y las alumnas del primer año señaló que durante la preparación académica que realizan se van formando a profesionales comprometidos con el servicio para elevar la calidad de vida de la población más necesitada.
“No olvidemos que como obstetras debemos salvar dos vidas la de la madre y la del niño, razón por la cual el esfuerzo es mayor en el cumplimiento de sus valores y virtudes, los cuales deben ser aplicados en el ejercicio de su carrera. Señores padres de familia estamos muy contentos por su confianza en la formación de sus hijos pero debemos hacer una alianza para lograr que su desempeño sea el mejor, no por desconfianza hacia ellos, sino por las influencias que pudieran existir de terceros”, indicó.
Por su parte Tatiana Salazar, alumna de primer año, consideró que el ingresar a la Universidad Católica Santa María fue un reto para ella y sus compañeros, y ahora están conscientes de que deberán dedicarle mucho esfuerzo a su formación académica y humana, pero confían en sus profesores y en la casa superior de estudios de la que hoy son parte porque consideran que es la mejor, también agradeció a los padres de familia por apoyar esta nueva etapa que inician en sus vidas.
El Vicerrector Académico, doctor Cesar Cáceres Zarate, en representación de las autoridades universitarias expresó que esta ceremonia es muy especial porque incorporamos a los nuevos alumnos a la familia Santamariana y además los padres de familia también se integran a ella, y conocen a quienes se encargarán de formar profesionalmente a sus hijos, por lo que pidió a cada uno de los ingresantes buscar siempre el camino a la excelencia.
La ceremonia de imposición de mandiles se realizó la tarde del viernes 31 de marzo en el auditorio del pabellón “S”, y tuvo un momento emotivo cuando los padrinos de cada alumno se acercó para colocarle la prenda de color blanco que los distinguirá como profesionales de la salud, y además llevaba un solapero con los nombres y apellidos de los cachimbos, quienes de esta forma inician su vida universitaria en la casa santamriana.