• Ambiente para el Fomento de Desarrollo Infantil en el Puericultorio Chávez de la Rosa

La Beneficencia Pública de Arequipa viene trabajando en conjunto con la Facultad de Obstetricia y Puericultura de la Universidad Católica de Santa María desde hace 5 años, donde realizan sus prácticas de estimulación y de seguimiento del niño en estado de abandono por parte de las estudiantes de la casa marianista.

Ante la labor eficiente realizada por las estudiantes de la UCSM, la beneficencia asignó un nuevo ambiente para el adecuado cuidado y tratamiento de los niños dentro del puericultorio, beneficiando a 25 niños entre 0 a 3 años; ambiente acondicionado y preparado para sus funciones por parte de la universidad santamariana. En este local los niños podrán jugar, desarrollar sus habilidades psicomotrices y sociabilizar con otros infantes, ante el cuidado de las estudiantes y madres. El objetivo es capacitar a madres con conocimiento pleno sobre el adecuado tratamiento del niño, así como poner en sociedad a infantes con un desarrollo emocional adecuado.

Una particularidad del trabajo realizado por la Universidad Católica de Santa María,  es que es la única en contar con el adicional,  de continuar vigilando el desarrollo y crecimiento de los niños atendidos, al desarrollar con un historial completo y actualizado, desde su llegada al puericultorio hasta la actualidad, registrando su desarrollo, las actividades hechas por el impúber y sus necesidades emocionales específicas, para que los padres que los reciban en sus hogares continúen con este desarrollo y potencien todo lo bueno que se trabajó con el niño.

Los menores apartados de sus padres sufren un trauma considerable, generando un resentimiento que puede proyectarse al nuevo padre, puesto que un niño adoptado es uno con grandes problemas, si no recibe la adecuada atención física, emocional y mental. Como parte de las actividades realizadas por las estudiantes de pregrado  e internas de la Facultad de Obstetricia y Puericultura, se busca  que estos niños se vuelvan a sentir amados, entendidos, queridos, que recuperen en medida de lo posible todo lo perdido. Ya que niños dejados a su suerte se vuelven a la larga una carga para la sociedad, este tipo de traumas generan en ellos un vacío que se termina generando en malas conductas desencadenado en la delincuencia.