La UCSM debe redefinir sus planes y estrategias en la formación de un nuevo profesional, que realmente contribuya al desarrollo del país

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La UCSM debe redefinir sus planes y estrategias en la formación de un nuevo profesional, que realmente contribuya al desarrollo del país

Discurso por el 196 aniversario de la Declaración de la Independencia Nacional

Dr. Luis Vargas Fernández

Recordamos que con ocasión del 476 aniversario de la Fundación Española de Arequipa, que nos tocó ocupar
este mismo escenario, señalamos que conmemorar un año más, en este caso, de la Declaración de
Independencia Nacional, no debe ser motivo para un recuento de epopeyas ni de hechos históricos sucedidos
en siglos pasados, pues si bien es cierto, resulta de importancia tener conocimiento del pasado y de la historia
de los pueblos, para conocer los orígenes de su identidad; sin embargo, debemos señalar que de recuerdos
no se vive, sino de la acción del presente y la proyección hacia el futuro.

Sin embargo; nos permitimos rescatar la voluntad de quienes a través de estas gestas emancipadoras y
libertadoras propiciaron la libertad de quienes por mucho tiempo tuvieron bajo sus dominios a esta parte del
continente y a sus moradores, gestas libertadoras que tuvieron un fin común al margen de los intereses
particulares de cada uno de ellos, pues gracias a esa comunidad, a esa unión desinteresada de los
ciudadanos de este país, y al esfuerzo colectivo con un sólo fin, se logró no sólo la declaración de la
Independencia Nacional, sino el surgimiento como un nuevo estado soberano en toda su extensión, y que al
devenir de los tiempos hoy tenemos una Estado unitario, soberano políticamente, pese a que en la realidad
esté integrado por 26 comunidades diferentes unas de las otras, no solo en costumbres, ideales, idiosincrasia,
rasgos culturales, lenguas y dialectos y hasta comidas típicas de cada zona, a lo que debemos agregar la
geografía del país que contribuye a esa diversidad, que hace difícil y complicada su gobernabilidad.
En estos días de fiesta por un aniversario más de la Declaración de la Independencia Nacional, la mirada de
todos los peruanos se vuelve a nuestra Patria para sopesar con espíritu de reflexión las dimensiones de la
hora que nos toca vivir: el compromiso y las exigencias que requiere el futuro de nuestro pueblo; y esto a la luz
del pasado lejano y próximo, y cuyos frutos nutre nuestro presente.

Hablar de Patria es hablar de la tierra de nuestros padres, del legado no sólo físico, material y geográfico que
nos entregaron, sino a su vez de toda esa rica realidad humana, moral y espiritual que de ellos hemos
heredado: sus singulares valores, los ideales por los que entregaron su vida, la fe que testimoniaron, las altas
aspiraciones que descubrieron en su tránsito por este país que siguieron y que nos enseñaron.
Patria es poner por encima de nuestros personales intereses, los valores supremos de JUSTICIA, en contra
de la inequidad y favoritismo; poner por encima LA IGUALDAD, en contra de la discriminación y exclusión;
FRATERNIDAD, en contra de la violencia verbal y física; RESPETO, en contra de la calumnia infame.
LEALTAD y no la maquinación contra alguien que confía incondicionalmente en ti.
Estos valores supremos, no son una utopía, no son una ficción, no son una poesía. Porque nosotros sí somos
capaces de cultivarlas, nosotros sí podemos sacar desde el fondo de nuestro corazón esa fibra espiritual que
nunca se agota, para hacer lo bueno, porque nosotros sí somos capaces de extraer desde el fondo de nuestra
alma esa agua viva y fecunda, capaz de irrigar nuestros buenos propósitos cuando nos proponemos cambiar
de actitud.

La PATRIA se construye, se edifica dejando de lado la mentalidad perdedora y conformista y lanzamos con
estudio, férrea voluntad y audacia hacia la conquista del laurel de la victoria.
Hacemos Patria cuando creemos en nuestros sueños y nos empeñamos en cristalizarlos. Cuando tenemos
como máximo ideal el ser dueños y señores de nosotros mismos y CONQUISTAR NUESTRA AUTONOMÍA y
no permitir jamás que otro nos manipule.

Hacemos Patria queridos maestros y docentes, cuando entre nosotros cultivamos el diálogo, la hidalguía, para
aceptar nuestros méritos o deméritos, cuando ejercemos nuestra docencia con paternidad, esmerada acogida
y señorío, cuando cultivamos la tolerancia y la inclusión en un país pluricultural como el nuestro, donde nadie
es más o mejor que otro, simplemente iguales en dignidad y nacionalidad, pero diferentes en idiosincrasia
cultural.

Maestros, hacemos Patria cuando nos atrevemos a adoptar una actitud de cambio, innovación y
transformación personal, sin sentimos vulnerados o atropellados.
Recuerden: No hay mejor escudo que LA VERDAD, EL TRABAJO BIEN HECHO, EL TRABAJO
CORPORATlVO, LA PROBIDAD EN NUESTRAS ACCIONES, EL AGRUPARSE PARA DISEÑAR
ESTRATEGIAS EN FAVOR DE LA EDUCACION DE NUESTROS ALUMNOS.
Como Comunidad Educativa: ha llegado el momento de sacudir nuestros corazones y empezar de nuevo
pensando en los grandes objetivos de nuestro Proyecto Educativo Santamariano. Es el momento de recuperar
nuestra autoestima y valía como peruanos. Es el momento de reivindicar nuestro buen nombre y eliminar de
nuestra mentalidad el virus de los complejos y manías de víctima e inferioridad.
Es el momento de proclamar que sí podemos construir una nueva Patria, un nuevo Perú con un rostro más
humano, solidario y reconciliado. Es el momento de trabajar juntos por una educación idónea de la juventud,
para que ésta sea capaz de estar a la altura de las exigencias morales, académicas y tecnológicas de la
sociedad del conocimiento.

Todo ello, nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de retomar el rol que obliga a la Universidad, como
institución de formación de futuros líderes, de investigación y proyección social, de asumir este rol de conducir
la planificación y desarrollo del futuro de esta ciudad, región y país, pero sobre la base de un conocimiento
real y concreto de su propia realidad y no sobre ideas ya superadas por el tiempo transcurrido y que no
corresponde a la realidad en que vivimos.
Hoy, con toda la experiencia adquirida, obliga a los docentes de esta casa superior de estudios, a redefinir sus
planes y estrategias en la formación de un nuevo profesional, que realmente contribuya al desarrollo del país y
que se constituya en el motor fundamental del cambio y transformación, que resultan de urgente necesidad,
dados los tiempos y las condiciones actuales por la que atraviesa esta Nación, de allí que surge la necesidad
apremiante de formar nuevos y eficientes líderes con conocimiento de realidades concretas que faciliten la
toma de decisiones más adecuadas, tendientes al resurgimiento de este país.

Compete pues, a nuestras autoridades centrales, retomar la iniciativa de años anteriores, de acción conjunta
con otras instituciones similares, para diseñar, proyectar, difundir, sustentar y participar en un programa
integral tendiente a lograr el desarrollo del país y especialmente asumir la nueva corriente que requiere con
urgencia la activa participación de la Universidad como institución de credibilidad, independencia y liderazgo!
Y dejar atrás la década perdida.

Finalmente, sea esta ocasión propicia para expresar a todos Ustedes, nuestro más cordial saludo y felicitación
por este 196 aniversario de la Declaración de la Independencia Nacional de Perú y hacer votos por el
engrandecimiento de la patria contando con la decidida participación de su pobladores y en especial del
estamento universitario en la vida política, económica, educativa de este país.
Muchas Gracias