Quiero en primer lugar, felicitar y agradecer la presencia de todos los trabajadores de nuestra universidad y expresar en nombre de la autoridad universitaria, quizás sentimientos encontrados, porque hemos sido testigos estos últimos días, de actos de corrupción que un poco nos embargan de desesperanza, de pesimismo porque pensábamos que la corrupción en el país era un capítulo cerrado desde que se publicaron esos Vladivideos. Creo que es hora de cambiar, un nuevo gobierno, no hay que perder la esperanza.
Después, hace pocos años maso menos, surgió esto de Odebrecht que ha hecho que tengamos presidentes prófugos, procesados y pensamos que se había cambiado, pero hace poco de dos semanas, estamos viendo el grado de corrupción que hay en la institución que debiera ser el modelo de rectitud, de honradez de honorabilidad y sin embargo vemos el grado de descomposición que hay y decimos: ¿esto será ya el final?, ¿será el punto de quiebre?
Yo creo que sí debemos ser optimistas, debemos ser exigentes y en este día a vísperas del día de la patria, hacernos el firme propósito de ser cero tolerantes a la corrupción y decir que la universidad debe ser la reserva moral que necesita la sociedad, nosotros debemos preocuparnos en formar hombres y mujeres de bien, no solamente buenos profesionales sino ciudadanos con valores, eso sería el mejor regalo que le podemos dar a nuestro país y el ejemplo debe comenzar con nosotros, autoridades, docentes, trabajadores administrativos, personal de servicio y estudiantes.
Cero tolerancia a la corrupción, es difícil, pero si nosotros no damos el ejemplo qué podemos esperar de los demás, que nuestros estudiantes de derecho sean los futuros jueces, los futuros magistrados, funcionarios que den el ejemplo a la sociedad, que nuestros profesionales de la salud sean competitivos, con verdadera vocación de servicio.
Que nuestros ingenieros sean profesionales conscientes responsables, dedicados, esa debe ser nuestra misión, esa debe ser nuestra tarea, si trabajando todos en ese orden, estoy seguro de que habremos contribuido para que el país sea otro, para que ya no haya estos tristes hechos de corrupción.
Amigos todos, comunidad universitaria, hagámonos el firme propósito de decir que en nuestra universidad, hay cero tolerancia a la corrupción, tenemos que dar el ejemplo, por eso yo invoco a todos que cumplamos con nuestras funciones, que cumplamos con nuestro trabajo, si mi trabajo como docente es dedicarme a formar futuros profesionales, tengo que ser responsable, tengo que esforzarme, capacitarme con las nuevas tecnologías, tengo que prepararme, y jamás condicionar una nota para que me compren un libro, una nota para que hagan un diplomado, una nota para etc.
Igual el personal administrativo, ser consciente que trabajamos en una institución que trata muy bien a su personal, que les paga puntualmente sus remuneraciones, que sus beneficios no se les ha recortado pero que demanda que se atienda bien a los usuarios, que cumplan con su trabajo. La competencia es tan fuerte que hay, si no nos preocupamos de dar el mejor servicio, la competencia va avanzando, hay carreras que tienen por delante una fuerte competencia en universidades, para contrarrestar esto hemos estado trabajando prácticamente a marchas forzadas, hemos logrado el licenciamiento, se ha logrado ya la acreditación de carreras importantes como medicina humana, como administración de empresas, como ingeniería comercial.
Ya se oficializará la acreditación de estas importantes carreras y un aplauso para los directores de estas escuelas. En el mes de septiembre seis escuelas más van a iniciar su proceso de acreditación, lo van a pasar, y con todas las mejoras con todo el ordenamiento que se ha hecho a raíz del licenciamiento, la acreditación ya es algo que se va a facilitar. Pero nuestra meta es que todas las escuelas estén acreditadas para enfrentar la competencia con acreditación.
Volviendo a mis palabras iniciales, no hay que perder la esperanza, el país es más grande que sus problemas, hemos podido ver con admiración cómo se dio un fenómeno masivo de patriotismo, de orgullosos de ponernos el polo, la camiseta de la selección porque vimos el esfuerzo, el compromiso de once futbolistas deportistas que son un ejemplo de amor a la patria, de esfuerzo, de superación, y todos nos identificamos alrededor. Antes de este fenómeno, los jóvenes usaban seguramente camisetas deportivas del real Madrid, del Manchester, etc. Nadie usaba la camiseta peruana y ahora todos la usan, es así, cuando se ve un compromiso, cuando se ve un esfuerzo, para algo positivo, genera unión, genera empatía y eso es lo que siempre tenemos que hacer, esforzarnos por ser los mejores, estar unidos como país como ciudadanos, no perder la esperanza, el país es más grande que sus problemas, y estoy seguro que vamos a llegar al bicentenario con una nueva mentalidad, con un firme propósito de ser mejores cada día.
En esta universidad, eliminar enfrentamientos, los que estamos como autoridades ahora, tenemos el compromiso, el deber de corregir lo que está mal aunque algunos no les guste, el deber de administrar los recursos de la mejor forma para desarrollar porque si no crecemos, si no desarrollamos, la competencia nos va sobrepasar, y no queremos eso, queremos una universidad fuerte, una universidad que todos digan, “qué importante es la Universidad Católica de Santa María, es necesario que mi hijo estudie en esta universidad que es la mejor de todo el sur de país y una de las mejores a nivel nacional, pero eso lo tenemos que generar con trabajo, esfuerzo, dedicación y sería el mejor homenaje que podríamos hacer a la memoria de nuestro fundador, el reverendo Padre William Morris, yo sé que todos juntos podremos alcanzar esta meta, sin malos entendidos, sin peleas, no hay que gastarnos en peleas internas, la competencia, la pelea es afuera, no acá dentro, acá dentro debemos estar fuertes y unidos, eso nos va a hacer grandes.
Dr. Alberto Briceño Ortega
Rector