En mi condición de Rector de esta Casa Superior de Estudios y a nombre del equipo rectoral, saludamos afectuosamente a todos los Docentes Universitarios y al hacerlo, anhelamos que cada uno alcance metas y objetivos para beneficio personal, familiar y sobre todo magisterial.
Todos nosotros, estamos desempeñando nuestra especialidad; pero igual ejercemos la grata e inestimable función de docencia universitaria para beneplácito de nuestros estudiantes, y formando generaciones y futuros profesionales que más tarde serán los que dirijan los destinos del país.
Vivimos un escenario sacudido por la tecnología que ha copado todos los rincones de la enseñanza – aprendizaje; constituimos una sociedad de la información que motiva y obliga a todos los docentes a una modificación sustancial de sus conductas, motivaciones y formas de enseñanza para adaptarse a los nuevos roles en su desempeño profesional.
Antiguamente, el conocimiento duraba décadas, periodos y tiempos muy largos; hoy, el conocimiento es volátil, mudable e inestable; lo que conlleva a redoblar esfuerzos, revisar nuevos contenidos, explorar nuevas áreas, tantear desconocidas ciencias, tener capacidad reflexiva y adaptación permanente a los cambios.
El Docente es un ser humano y su vocación más importante es la de compartir lo que sabe, enseñando a sus discípulos lo que deben conocer para hacerse socialmente válidos. Enseñar, no solo implica otorgar conocimientos, más que eso, enseñar es siempre formar, integrar y constituir seres humanos con altos valores y principios, capaces de responder a los retos y encrucijadas que cada día nos proponen la sociedad y el entorno. Es en esta labor, en que el Docente Universitario alcanza la dignidad y el reconocimiento que merece ante la sociedad.
Docentes Universitarios: nuestro homenaje es de corazón, de lealtad y nobleza: sabemos cuán difícil y compleja es vuestra labor; reconocemos en cada uno de ustedes al docente que guía, enseña y forma; sabemos que su trabajo es de intensa dedicación y muchas noches desveladas; entendemos que formar profesionales es una tarea que honra y enaltece; interpretamos vuestra responsabilidad como señal que abre caminos y como faro que enciende la noche.
Gracias por vuestra labor y dedicación. Gracias por su solidaridad con esta universidad, más allá de las rencillas y desavenencias que solo socavan, carcomen o minan un trabajo y un programa hechos con honradez y altura por todos lo que nos antecedieron. Gracias docentes universitarios, pues el prestigio de esta casa de estudios, es su prestigio y su respeto. Cuidemos la casa que nos legaron con dignidad y decencia porque con ella y para ella vivimos y porque constituye nuestro segundo hogar.
Como autoridades, dedicaremos esfuerzo y voluntad política para que esta Universidad siga desarrollándose; la armonía y el diálogo comprometido serán siempre, las piezas claves para encontrar caminos que nos conduzcan a prestigiar a esta casa de estudios, recordemos que el consenso aproxima y el trabajo solidario ilumina.
Como les digo en la carta que se les ha hecho llegar adjuntando el Compromiso ante la SUNEDU, que como Rector he tenido que firmar, hoy más que nunca tenemos que estar unidos y todos juntos: Autoridades, Docentes, Trabajadores Administrativos y Estudiantes, trabajar y colaborar para poder levantar las 11 observaciones que nos han señalado. No va a ser fácil, pues algunas tienen que ver con recursos financieros importantes como las adecuaciones de nuestra Infraestructura con las Normas de Indeci o la de incrementar en por lo menos un 25 % de Docentes con Tiempos Completos; es decir, de tener 37 Docentes con Tiempo Completo, tenemos que pasar a más de 200 para poder cumplir con la Nueva Ley Universitaria.
La semana pasada nos reunimos con los Representantes Estudiantiles de la Asamblea Universitaria, Consejo Universitario y Consejeros de Facultad, para exponerles de forma transparente este reto que como
Institución tenemos y tengo que manifestar que quien habla y los dos Vice Rectores quedamos gratamente impresionados por la respuesta y actitud de nuestros estudiantes; asumiendo el Compromiso de colaborar y apoyar la gestión de las Autoridades para lograr el Licenciamiento de nuestra Universidad, incluso dejando de lado intereses políticos o de grupos y que se iban a encargar de hacer conocer esta problemática a todos los estudiantes, motivándolos para colaborar con esta gran tarea.
Nuestro homenaje a todos los Docentes Universitarios; a los que dejaron huella viva en nuestras aulas y hoy viven reconfortados en el seno del Señor; a los Docentes Cesantes, a ellos nuestro saludo y que Dios les proteja en su merecido descanso; a ustedes, Docentes Universitarios en actividad, que vivifican su vida en el marco de la enseñanza, realizando esfuerzos permanentes que los reconfortan y robustecen.
Mi homenaje especial al maestro de maestros, Jesús, quien pasaba mucho tiempo educando e instruyendo informalmente; enseñando a través de parábolas, con un alto sentido educativo y de docencia.
Cómo no recordar las parábolas del “sembrador” y de los “talentos”. Nuestro agradecimiento al Padre Morris quien con esfuerzo y coraje, nos legó esta casa; nuestro recuerdo será siempre de gratitud y nuestra obligación, la de responder con creces y altura a los ideales que nos encomendó.
Para finalizar, pido a Dios y a la Virgen María nuestra patrona, que nos sigan protegiendo; nos permita abrir caminos, nos ilustre en la verdad, nos fortifique en nuestros ideales, nos acerque en la solidaridad, y nos aliente en la difícil y a veces incomprendida labor Docente.
A todos ustedes, nuestro abrazo fraterno y nuestro cariñoso saludo.
Muchas gracias,
Dr. Alberto Briceño Ortega
Rector de la UCSM